Katniss Everdeen ya ha ganado los Juegos del Hambre junto con Peeta Mellark, desafiando al Capitolio. Pero en la vuelta a casa ella le confesó que había fingido que estaba enamorada de él para ganar patrocinadores y sobrevivir y dejaron de hablarse. A pesar de que Katniss tiene más dinero del que puede gastar, una casa en la Aldea de los vencedores y ella y su familia siguen vivas no es feliz. Está traumatiza por haber tenido que matar a gente para poder sobrevivir y ha visto morir a amigos que hizo allí como Rue, la niña a la que si le preguntas que es lo que más ama en el mundo contesta que la música, nada más y nada menos.
De todas formas la pesadilla había terminado. Ya nunca volvería a salir elegida como tributo pero aún quedaba la Gira de la Victoria: seis meses después de los Juegos el vencedor del año (los vencedores en este caso) hacen un viaje de doce días -como dice Effie: doce días doce distritos- en los que viajan por todos los distritos para dar un discurso a la población, comer en el distrito del día junto con el alcalde y acaban en el Capitolio, en una gran fiesta en la que pueden codearse con "todo el que es alguien".
El día en el que empieza la Gira Katniss recibe la visita del presidente Snow. Este la avisa de como ha llegado su actuación con las vayas venenosas a los distritos. Intentaron ponerlo como una historia de amor para que no fuera el comienzo de la Revolución y la historia cuajó en el Capitolio, donde todo el mundo es inocente y crédulo. Sin embargo, en algunos distritos ya se habían producido Levantamientos, poniendo al sinsajo de Katniss como símbolo. Katniss era el propio sinsajo. El presidente Snow amenaza a la chica, sino convence a los distritos de que esta loca de amor y por ello hizo lo que hizo. Sus amigos y familia morirían.
Al comienzo de la Gira Peeta y Katniss comprenden que ya siempre tendrán que ir cada año para ser mentores, que la pesadilla no acabaría nunca, que siempre tendrían que fingir que se aman. Así que deciden dejar de ignorarse cuando no hay cámaras y empezar a ser amigos.
Una vez llegan al distrito 11 para dar su discurso Katniss puede ver a la familia de Rue. En el discurso Peeta ofrece a las familias de Tresh y Rue, ambos tributos muertos, parte de sus ganancias durante todos los años de su vida. Algo que nunca se había hecho y lo que significaba otro pequeño acto de revelión. Eso provoca más levantamientos y Katniss se ve obligada a contarles a Peeta y a Haymitch la charla que mantuvo con Snow.
Creen que para convencer a los distritos de lo enamorados que están deberían casarse, al final tendrán que hacerlo de todas formas. Peeta le pide la mano en mitad de una entrevista con Caesar, el presentador más famoso de todo Panem.
A partir de allí ambos dicen lo que les escriben y son simples títeres del Capitolio. Con la esperanza de que cuando todo termine sus familias y ellos mismos estén a salvo.
Cuando llegan al Capitolio y a la fiesta que han hecho en su honor se quedan patidifusos, viniendo del distrito más pobre de todos no habían visto tanto lujo en su vida. Todos quieren estar con ellos y todos llevan un sinsajo en alguna joya. Unos llevan el pin, como Katniss, otros lo llevan el collares, pulseras, relojes, tatuajes. El nuevo vigilante jefe, Plutarch, pide bailar con Katniss y mientras lo hacen hablan sobre los Juegos. Plutchar le enseña el reloj a Katniss que ve en él el destello de un sinsajo.
Cuando ambos vuelven a casa todo parece volver a la normalidad. Pero no han convencido al presidente Snow. A los pocos días de su vuelta el jefe de los Agentes de Paz desaparece y va uno peor, mucho peor.
Ponen nuevos objetos de castigo en la plaza mayor y queman e quemador (mercado negro en el Katniss y Gale vendían lo que cazaban.)
Katniss habla con Gale en el bosque y le pide que le ayude a escapar ya que están en peligro. Pero en cuanto Gale se entera de que se está empezando una revolución se niega a irse.
Ese mismo día, cuando Peeta y Katniss salen a dar un paseo la plaza mayor esta llena. Se acercan para ver que es lo que pasa y descubren que están flagelando a Gale. Katniss se interpone entre el jefe de los Agentes de Paz y él y por ello recibe un latigazo en la cara. En cuanto le van a volver a dar se interpone Haymitch y más tarde Peeta. Llevan a Gale a casa de Katniss para que lo cure su madre.
Cuando curan a Gale está tan cansado que se queda dormido durante horas. Katniss lo vigila. Se despierta un momento que le sirve a Katniss para decirle que ha decidido quedarse y molestar todo lo que pueda.
A los pocos días. El presidente Snow anuncia el Vasallaje de los 25, al ser los septuagésimo quintos juegos del hambre. El Vasallaje de los 25 es una vez ada 25 años. Y son unos Juegos del Hambre especiales. En este año se decide que los tributos serán elegidos entre los ganadores de los años anteriores.
En cuanto Katniss supera la noticia va a pedirle a Haymitch que salga voluntario. Peeta debe ser quien sobreviva. Pero Peeta ya había ido antes a hablar con Haymitch para hacerle jurar que tienen que conseguir que sea la chica la que sobreviva. Como dice su tutor: "No te merecerías a ese chico ni aunque vivieras cien vidas."
Comienzan a entrenar hasta que llega el día en el que tienen que salir elegidos. Primero las chicas...
Acaban siendo Peeta y Katniss los que salen elegidos de nuevo como tributos. Para la gente del Capitolio ya se han convertido en los trágicos amantes. Vuelve a empezar el mismo proceso pero está vez sin despedida. En cuanto llegan al Capitolio y los estilistas de Katniss (Portia, Venus y Flavius) tienen que prepararla ella, que es la que puede morir, tiene que consolarlos a ellos. Al entrar Cinna Katniss le pide que no llore y él le contesta que prefiere volcar su frustación en el trabajo.
El día de la Ceremonia de Inauguración Finnick Odair, tributo del distrito cuatro (agua), se acerca a Katniss pidiéndole que le cuente sus secretos.
Cinna vuelve a hacer un excelente trabajo con el traje de Katniss y Peeta.
Al día siguiente comienzan los entrenamientos. Haymitch les aconseja que consigan aliados ya que, al ser todos antiguos ganadores, ya se conocen de otros juegos y los extraños son ellos.
Katniss les impresiona tanto a todos que todos, absolutamente todos la quieren como aliada. Pero ella solo quiere a los que el resto considera que van a ser los primeros en caer; Mags (una ancianita adorable del cuatro), Wistle (la consideran una loca), Beete (un hombre de mediana edad obsesionado con sus inventos)
Y llega el día de la prueba individual. Katniss tiene que ser la última, como siempre. Y cuando entra (después de Peeta) se encuentra con Rue, muerta, como la dejó, rodeada de flores. Dibujo de Peeta para hacerles ver a los Vigilantes el daño que causan. La chica decide hacer lo mismo y cuelga unos de los muñecos de la sala del cuello y después le escribe el pecho "SENECA CRANE" (el antiguo Vigilante jefe al que mataron por su error de dejarlos vivir a los dos).
La noche de la entrevista, en la que hablan cinco minutos con Caesar, el entrevistador. Todos intentan que se cancelen los juegos. El presidente Snow obliga a Katniss a ir con el vestido que habría llevado si se hubiera llegado a casar con Peeta, sin embargo, Cinna le hace unos arreglillos. Allí es donde se ve la frustación que ha volcado en su trabajo. Katniss se convierte en un sinsajo.
Tras ese asombroso vestido va la entrevista de Peeta que, en un desesperado intento porque paren lo juegos), confiesa (mintiendo) que Katniss está embarazada.
Antes de salir a la arena Cinna va a despedirse de la joven, a decirle que sigue apostando por ella. Pero en cuanto Katniss se mete en el ascensor que le lleva hasta la arena entran unos Agentes de la Paz que que le pegan una paliza a Cinna delante de ella, mientras que la pobre tienen que mirar sin poder hacer nada.
Al día siguiente empiezan los juegos y la arena es especial, tiene un mensaje para Katniss Everdeen: este no es lugar par una chica en llamas.
En cuanto suena el gong Katniss sale disparada a la Cornucopia para hacerse con las mejores armas. Llega la primera ya que hay algunos que no saben nadar. Finnick llega segundo y Katniss está apunto de matarle cuando el chico le dice que son aliados, que lo ha arreglado todo Haymitch. La lucha en la Cornucopia es dura pero consiguen escapar junto con Mags y Peeta.
Descubren que están rodeados por un campo de fuerza en cuanto Peeta, sin darse cuenta, lo atraviesa y sale despedido hacia atrás, con lo que su corazón se para pero Finnick consigue reanimarlo.
En la primera noche les ataca una niebla tóxica enviada por los Vigilantes. En ella Mags fallece y todos se quedan con quemaduras graves que sanan en el agua.
Tras una noche que pasan sin accidentes se despiertan y cuando Peeta va a por agua a la selva (solo pueden conseguir agua potable a través de los árboles con ayuda de una espita). Allí empiezan a aparecer lo que en un principio parecen monos pero que, en realidad, son mutos enviados por el Capitolio que intentan matarlos.
En el ataque está a punto de morir Peeta pero el tributo femenino del distrito número seis se sacrifica por él. Van a ala arena donde creen que habrá menos peligro que en la selva. Allí se encuentran con Wistle, Beete y Johana, bañados en sangre. Juntos, acaban descubriendo que la arena es un reloj y que cada hora, en cada sector pasa algo que intenta matarlos.
Mientras están formando un plan para acabar con el resto de tributos en la Cornucopia llegan los tributos profesionales y matan a Whistle. El plan consistía en que, con un cable que había traído Beete y un rayo que caía en el árbol más alto a las doce conseguirían electrocutar a todos los que estuvieran en la arena de la playa que estaba mojada con el tsunami de las once.
Tenían que desenrollar el cable y meterlo en la zona del agua como decía el plan pero a la mitad de camino el cable se corta y les atacan los profesionales. Johanna le clava un cuchillo a Katniss en el brazo y ella cree que todos están en peligro así que va a buscar a Peeta pero encuentra a Beete, malherido, con el cable enrollado en una lanza. Lo entiende en seguida. Enrolla el cable en una de sus flechas y, justo cuando el rayo toca el árbol la lanza al punto flaco del campo de fuerza.
El campo se destruye al instante y ella queda medio inconsciente. La recoge uno de los aerodeslizadores del Capitolio. En cuanto se despierta se cree en el Capitolio e intenta buscar a Peeta para salvarlo. Pero se encuentra con Finnick, Haymitch y Plutchar que le dicen que no está en el Capitolio, que van al distrito 13 (que al final no está destruido) y que no han podido salvar a Peeta. Ella se vuelve como loca y tienen que sedarla. Cuando vuelve a despertar se encuentra con Gale que le comunica que el distrito doce ya no existe.